El poder del descanso
¿Alguna vez te has sentido agotado o sin inspiración, sin energía para abordar tu lista de tareas?
Nos esforzamos por seguir adelante, ignorando esa voz interior que nos dice que es momento de parar.
En lugar de honrarla, nos volvemos auto-críticos: “No soy lo suficientemente productivo”, “Estoy siendo perezoso.” – en este punto, el estrés invade nuestro cuerpo y mente.
¿Por qué nos juzgamos tan duramente?
Imagina a una persona que amas: ¿la empujarías de la misma manera? Probablemente no. Entonces, ¿por qué no tratarnos a nosotros mismos con esa misma suavidad?
Una pregunta poderosa para hacer es, “¿Qué necesito realmente ahora mismo?” Descansar cuando lo necesitamos puede ser profundamente curativo, aliviando el estrés y restaurando nuestra energía. Por supuesto, hay momentos en los que debemos seguir adelante, pero no todo el tiempo.
Escuchar nuestras necesidades crea un lazo con nosotros mismos, desarrollando una práctica de atención, respeto y auto-compasión. El descanso nos da más energía y productividad, aunque esto suene obvio, necesitamos recordatorios constantes. El desafío no es la necesidad de descansar en sí, sino la decisión consciente de realmente hacerlo. Tomarse el tiempo para descansar es un acto poderoso de autocuidado, recordándonos que dar un paso atrás a menudo nos proporciona más fuerza y claridad cuando volvemos a nuestras tareas.
✨ Pasos para aliñarnos y parar ✨
1. Pausa:
Dáte un momento para realmente parar y ser consciente de tu estado actual. En este punto no es necesario nombrarlo, solo obsérvalo y sé con él.
2. Reflexiona:
Las palabras pueden llegar en este momento. Pregúntate: “¿Cómo me siento?” “¿Realmente quiero hacer esta actividad ahora?”
3. Punto de inflexión:
“¿Realmente tengo que hacer esto ahora?” Si la respuesta es SÍ, confía en que tienes la resiliencia interior para hacerlo. Si la respuesta es NO, continúa con el siguiente paso.
4. Nutriente:
“¿Qué me nutriría más ahora?” – descansar, dar un pequeño paseo, o tal vez una actividad diferente.
5. Honra tu necesidad:
Haz la acción que mejor se alinee con lo que sientes y HÁZLO.
6. Reflexiona sobre la experiencia:
Observa cómo se siente hacer una pausa y escuchar. ¿Cómo te ayudó a elevar o superar tu estado bajo? ¿Cómo responder a tus verdaderas necesidades crea un vínculo más profundo contigo mismo?
“A veces lo más productivo que puedes hacer es relajarte.”
Es una realización poderosa. Todo lo que se necesita es práctica. Reflexionar sobre preguntas como, “¿Qué tengo ganas de hacer?” y “¿Qué me nutre ahora?” nos ayuda a tomar decisiones que estén alineadas con nuestra verdad. Tenemos la fuerza para movernos con facilidad, ser más suaves y amorosos con nosotros mismos. Requiere compromiso con nosotros mismos y la práctica de escuchar nuestras necesidades en todo momento. A través de esto, encontramos mayor equilibrio y energía, y, en última instancia, una práctica constante trae más facilidad y alineación en nuestras vidas.
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